De la Nom 35 al bienestar corporativo
Alejandra Cruz
Cofundadora Centro SanaMente
Durante más de 20 años de trayectoria laboral, he observado los desafíos que enfrentan las empresas en temas como la rotación de personal y el desarrollo del liderazgo. A lo largo de este tiempo, he conocido cientos de soluciones que van desde técnicas simples y paliativas hasta estrategias corporativas profundas que abordan las necesidades latentes de los colaboradores y su bienestar dentro de la organización.
En este contexto, la NOM-035, implementada en México en 2018, surgió como una herramienta estandarizada para identificar y atender los riesgos psicosociales en las empresas. Estos riesgos impactan directamente el bienestar integral de los trabajadores, manifestándose en problemas como estrés laboral, burnout, estrés postraumático, ansiedad y depresión, entre otros. Su propósito es identificar estos factores a tiempo, anticipar sus consecuencias y establecer mecanismos de atención cuando sea necesario. Sin embargo, ¿Qué ha sucedido realmente con la implementación de esta normativa en México? y ¿Por qué es crucial comprenderla a mayor profundidad?
La primera etapa de la NOM-035, implementada en 2019, exigió a las empresas establecer una política de prevención de riesgos psicosociales, identificar a los colaboradores expuestos a eventos traumáticos severos y brindarles apoyo. Posteriormente, durante 2020—en plena pandemia—se activó la segunda fase, que obligaba a evaluar el ambiente laboral e implementar acciones para mitigar los riesgos detectados. Sin embargo, en muchas organizaciones, la implementación se ha quedado en la fase de diagnóstico.
En mis conversaciones con más de 50 líderes de Recursos Humanos, encontramos un reto recurrente: integrar los hallazgos de la NOM-035 con las encuestas de clima laboral y traducirlos en una estrategia de bienestar corporativo. A menudo, estas evaluaciones se perciben como herramientas aisladas o como mediciones puntuales del estado de la organización en un momento específico. No obstante, los riesgos psicosociales tienen una profundidad mucho mayor: pueden y deben convertirse en el pilar central de la estrategia empresarial para mejorar la experiencia del empleado.
Para entenderlo mejor, primero debemos reconocer que los riesgos psicosociales son aquellas condiciones laborales que pueden afectar negativamente la salud mental, emocional y física de los trabajadores. Estos riesgos derivan de la organización del trabajo, el entorno laboral y las relaciones interpersonales dentro de la empresa, y su adecuada gestión no solo cumple con una normativa, sino que también impacta directamente en la productividad, la retención de talento y el compromiso organizacional.
Entendiendo esto como un todo podemos reconocer el impacto de los malestares psicológicos como la depresión, la ansiedad, el estrés o burnout se han intensificado en un mundo cada vez más dinámico y exigente. La reciente pandemia, los conflictos globales y la inestabilidad política y económica han generado un entorno donde el bienestar mental se ha vuelto un tema prioritario, no solo a nivel personal, sino también en el ámbito laboral.
Hoy en día, el estrés y la ansiedad forman parte del día a día de muchos profesionales. La necesidad de fortalecer el bienestar es evidente en todas las organizaciones, ya que la mayoría de las personas han atravesado, al menos una vez en su vida, una crisis emocional derivada de situaciones personales o profesionales. Esto impacta directamente en el desempeño, la toma de decisiones y la cultura organizacional.
Desde una perspectiva empresarial, el bienestar corporativo no es solo un elemento de responsabilidad social, sino una estrategia clave para la productividad y la sostenibilidad del negocio. Estudios han demostrado que los problemas de salud mental pueden reducir la productividad hasta en un 35%, aumentar el ausentismo y la rotación de personal, e incrementar los costos médicos y operativos. Las empresas que implementan programas efectivos de bienestar logran empleados más comprometidos, reducen costos asociados a la rotación, el ausentismo, y aumentan su competitividad en el mercado.
Las organizaciones que priorizan la salud mental no solo fomentan un mejor ambiente de trabajo, sino que construyen equipos más resilientes y productivos. Hoy más que nunca, invertir en bienestar es invertir en la estabilidad, el futuro del talento y del negocio.
Liderar un proyecto de bienestar corporativo no se trata sólo de implementar iniciativas aisladas, sino de fomentar una cultura organizacional donde las personas se sientan valoradas, seguras y motivadas. Esto requiere profesionales con una visión clara, capaces de integrar el bienestar en la estrategia de negocio y convertirlo en un pilar del éxito organizacional.
Las empresas que cuentan con líderes alineados con su propósito y comprometidos con el bienestar logran un entorno más humano, resiliente y productivo. En un mundo en constante cambio, el bienestar corporativo no es solo una ventaja competitiva, sino una necesidad estratégica para garantizar el crecimiento sostenible del negocio y el desarrollo de su talento
Actualmente, pocas personas han tenido la oportunidad de medir su estado de salud mental de manera rápida y efectiva. ¿Cuántas veces te has detenido a evaluar tu bienestar emocional con la intención de prevenir crisis y mejorar tu calidad de vida?
En Centro Sanamente, hemos desarrollado una herramienta innovadora que, en solo 6 minutos, te permite conocer tu estado actual de salud mental, diferenciar y recibir recomendaciones para fortalecer tu bienestar. Si deseas llevar este recurso a tu empresa y construir un entorno laboral más saludable y productivo, agenda una asesoría con un profesional.