El rol crucial de HR para transformar el bienestar emocional en las empresas.

Alejandra Cruz

CoFundadora Centro SanaMente

Hoy quiero dirigirme a todos mis colegas de Recursos Humanos para destacar un punto importante. Nuestro rol como líderes enfocados en las personas va más allá de la estrategia; es un llamado a la valentía para poner sobre la mesa temas de relevancia que impactan nuestra humanidad. No estamos aquí solo para construir procesos, sino para aportar a las organizaciones una perspectiva holística, humana y profunda sobre lo que es fundamental para las personas. Aquello que nos permite alcanzar nuestro máximo potencial, lo que da sentido a nuestro trabajo y, en consecuencia, a nuestra existencia.

Hace un año, en Amedirh, tuve la grata fortuna de conocer a más de 40 líderes de Recursos Humanos de las principales empresas en México. Los invité a conversar sobre su genuina preocupación por el bienestar emocional y la salud mental de los colaboradores, así como la de ellos mismos. Me sentí completamente acompañada y parte de una comunidad, ya que sus dudas eran las mismas que tuve al comenzar a implementar el bienestar laboral en las empresas. Quiero compartir con ustedes algunas de esas inquietudes.

Recuerdo que me decían: hemos hecho muchas mediciones sobre el clima laboral y ya implementamos la NOM 035, pero es complicado integrar todo y sumarlo a la estrategia anual. Aunque sabemos que el bienestar emocional es importante, ¿cómo podemos hacerlo parte de la estrategia?.

Mi respuesta siempre se enfocaba en preguntarles sobre la cultura de la empresa, el momento que esta está atravesando y el estilo de liderazgo que existe. Estos tres factores tienen un impacto directo en el bienestar emocional, para bien o para mal.

Supongamos que en nuestra empresa hay una alta presión por las ventas, ya que se encuentra en un momento donde es necesario un crecimiento a doble dígito. Además, si la cultura de la empresa reconoce siempre el logro de resultados más allá de las formas en que se alcanzan y el estilo de liderazgo es autocrático, orientado a la tarea y la obediencia, tenemos el sistema perfecto para que internamente se genere un impacto negativo en el bienestar emocional de los colaboradores. Sumemos a esto las situaciones personales que llevan a que 1 de cada 4 adultos pase por una crisis de la vida cada año. Estamos hablando de al menos un 25% de nuestros colaboradores enfrentando una crisis en un entorno laboral que afectará su bienestar.

Revisa tus números de rotación, cruza los resultados de tus pulsos de clima laboral, profundiza las recomendaciones de la NOM 035 y añade una evaluación que te permita medir el bienestar emocional y el liderazgo. Esta correlación te llevará a identificar lo más estratégico a modificar en la cultura organizacional actual para que puedas resolver lo que es sistémico, más allá de implementar paliativos dentro de tu estrategia.

La segunda duda era: ¿De qué forma contribuye el bienestar emocional de los colaboradores a la empresa?

Así como la salud física de los colaboradores es importante y una enfermedad física impacta directamente en el rendimiento y la productividad, lo mismo ocurre cuando el bienestar emocional se ve afectado. Los niveles de concentración disminuyen, la asertividad en la toma de decisiones se ve comprometida y aumenta la necesidad de retrabajar tareas.

Pongámoslo en números: según estadísticas de la OMS, el porcentaje promedio de personas con afectaciones emocionales (Burnout, estrés, ansiedad, depresión u otros malestares psicológicos) es del 20%. Estas personas, al presentar síntomas de moderados a muy altos, pueden sufrir una pérdida de productividad de hasta el 67%, medida en horas de desenfoque al día. Esto significa que, sin un diagnóstico adecuado y atención necesaria, estas personas solo tienen 3.5 horas de enfoque productivo al día. El resto del tiempo, síntomas como baja concentración, falta de enfoque, dificultades en la toma de decisiones y una sensación general de aturdimiento, que puede incluir mareos, ralentizan la ejecución de tareas y la resolución de problemas. De ahí surge la pérdida en productividad.

La tercera duda era: ¿Cómo sabemos si no estamos cruzando la línea entre la parte profesional y la parte personal?

Uno de los mitos más grandes en la cultura de trabajo es la creencia de que podemos separarnos en dos: el profesional y la persona. Esta idea de que podemos separar lo que nos sucede en el trabajo de lo que nos ocurre en la vida personal es un mito que ha perdurado en el tiempo y nos lleva a intentar vivir en dos mundos cuando en realidad somos uno solo. Las situaciones que desafían tu vida van a suceder mientras trabajas: decidirás casarte o divorciarte, enfrentarás un diagnóstico médico personal o de un familiar, atravesarás un duelo por la pérdida de un ser querido, dudarás de tu capacidad cuando el síndrome del impostor te afecte, te sentirás eufórico al llegar a casa con una gran noticia sobre un proyecto aprobado, y será difícil cuando pierdas el empleo.

Estos ejemplos ilustran que la línea entre lo personal y lo profesional no existe. Al entender esto, podemos reducir la preocupación por cruzarla. Como empresa, no ocuparemos el lugar de un profesional de la salud mental, sino que seremos el puente que conecta a las personas con los especialistas en salud mental dentro de nuestra organización. Desde esta perspectiva, nuestro rol es diferente: contribuimos al bienestar emocional desde nuestra posición como profesionales de recursos humanos, brindando soluciones integrales que apoyen tanto a los colaboradores como a la empresa.

La cuarta duda era: ¿Cuándo es el mejor momento para empezar?

Siempre es un buen momento para empezar. Si hoy decides implementar estas soluciones de forma preventiva en tu empresa, estarás creando una cultura donde el bienestar emocional tiene un lugar central. Mostrarás interés por los colaboradores en su dimensión más humana y les proporcionarás los recursos para que cuiden de sí mismos.

Por otro lado, si en tu empresa ya se están reportando casos de ataques de pánico y ansiedad, afectaciones físicas relacionadas con el estrés o incluso temas relacionados con el suicidio, es urgente que el bienestar emocional forme parte de tus acciones anuales de manera reactiva. Enfócate en el diagnóstico y localización de colaboradores con niveles críticos de estrés y ansiedad, y en implementar medidas que les permitan restaurar su bienestar emocional.

La importancia de esto es tal que la World Federation of Mental Health (WFMH) ha señalado este año como una de sus prioridades en la convención anual, debido al impacto en la salud mental que se está observando en las empresas de todo el mundo.

Por último, quiero compartirles que, como profesionales de Recursos Humanos, independientemente de la posición que ocupemos en la empresa, somos los impulsores del negocio a través de todas las iniciativas centradas en las personas. Somos los aliados que velan por los intereses de los colaboradores y de la empresa. Nuestro deber más profundo es hacer todo lo posible para mejorar y elevar la experiencia de nuestros colaboradores año tras año. Esto incluye mejorar sus vidas, apoyarlos en los momentos más complejos y ayudar a todos los líderes a elevar su liderazgo con la intención de crear ambientes verdaderamente saludables.

Esta es la razón por la que jugamos un papel protagónico en llevar iniciativas orientadas al bienestar emocional en nuestras empresas. Nosotros, como profesionales de Recursos Humanos, tenemos el corazón de nuestra profesión en esta misión. A través de nuestras acciones, no solo mejoramos el entorno laboral, sino que también tocamos vidas, brindando apoyo en tiempos de necesidad y construyendo un futuro donde el bienestar emocional es una prioridad. Esta es nuestra contribución esencial y el motivo por el que nuestra labor es tan significativa.

En Centro Sanamente Empresarial desarrollamos una herramienta con perspectiva psicológica organizacional para medir el bienestar emocional de las empresas y cada uno de sus colaboradores, nuestra intención es acercar la salud mental a más personas y reconocerla como un pilar fundamental de nuestra humanidad.