¿Cuáles son los costos de los malestares emocionales en las empresas?
Miriam Hernández Soler
La depresión, la ansiedad, el estrés disfuncional y el Burnout son ejemplos de malestares emocionales muy frecuentes en contextos organizacionales, los cuales no solo conllevan sufrimiento a nivel individual, también resultan en dificultades laborales silenciosas que impactan poco a poco en toda la organización.
Son silenciosas y probablemente difíciles de localizar como factores que merman el desempeño, la productividad, el ambiente laboral armonioso y el apego a valores organizacionales porque muchas veces tenemos creencias equivocadas de cómo se ve una persona que padece emocionalmente.
Por ejemplo, se cree que la depresión siempre implica una persona que no logra salir de la cama, con llanto incontrolable y ausencia total de motivación; no obstante, la modalidad depresiva más común, es aquella en la que la persona sigue su rutina, se presenta en su trabajo, probablemente no llora, continúa con sus deberes e incluso hasta podría llegar a cumplir con objetivos y expectativas laborales, sin embargo por dentro siente soledad, ausencia de sentido, motivación mínima, aburrimiento, irritabilidad y/o aburrimiento.
Este estado emocional comienza de a poco y va incrementando paulatinamente, por lo que después de cierto tiempo, las personas se habitúan a este modo de vida “en automático”, como un esclavo de la rutina, lo normaliza y racionaliza con creencias como “así es la vida adulta”, o “trabajar siempre será una actividad aburrida y tediosa”.
Ante este panorama, los diversos malestares emocionales, pueden manifestarse con actitudes y conductas que se confunden con bajo desempeño, falta de “voluntad” para ejercer mejor sus funciones o “mala actitud” en caso de las personas que tienden al neuroticismo y la soberbia.
Aquí algunas características de colaboradores con posibles dificultades emocionales:
- Irritabilidad e intolerancia
- Indiferencia o apatía a proyectos o tareas
- Posturas autoritarias
- Reticencia o postura negativa constante
- Cambios de humor súbitos
- Acciones “vengativas” contra la organización
- Conflictos constantes con otros
- Poco compromiso
- Dificultades para concentrarse, enfocarse y prestar atención.
- Alteraciones en conducta alimentaria
- Adicciones (café, cigarro, sustancias, etc)
Las organizaciones a menudo consideran la salud mental de sus trabajadores como un gasto, en lugar de una inversión1, y no logran visualizar las consecuencias a nivel global de tener colaboradores que padecen emocionalmente creando ambientes, modalidades de comunicación y prácticas laborales dañinas.
De acuerdo a la OMS, por cada 100 colaboradores en una organización, el 20% padecen malestares emocionales, lo cual implica las siguientes consecuencias:
- El impacto anual es del 30% en horas de desenfoque.
- Días perdidos al año: 12480.
- Costo anual: $2.5 millones de pesos2.
Los cálculos anteriores han sido estimados por la Organización Mundial de la Salud, considerando que el desenfoque consiste en las horas perdidas en una jornada laboral de 8 horas y con un sueldo mínimo en pesos mexicanos debido a los síntomas y conductas descritas anteriormente.
Por tanto, un colaborador puede ser puntual en su horario laboral, estar sentado en su lugar de trabajo y no lograr sentirse suficientemente bien para poner en acción todas sus capacidades. La presencia física y el cumplimiento de objetivos laborales no es sinónimo de salud mental.
En México tres de cada 10 personas padece algún padecimiento emocional a lo largo de su vida y más del 60 por ciento de ellos no recibe tratamiento, según datos proporcionados por el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Las acciones nos corresponden a todos e inician desde la conciencia individual del papel tan relevante que tiene el bienestar emocional en cada decisión, cada pensamiento y cada acción que realizamos minuto a minuto; la forma en que funciona nuestra mente determina nuestra realidad.
Si tenemos consciencia de este hecho, seremos capaces de generar acciones para nosotros mismos, y más aún, si estás en una posición que impacta lo que sucede en otros
¿por qué no hacer un cambio?
En Centro SanaMente tenemos como objetivo brindar soluciones en Salud Mental a personas y organizaciones. Contamos con un diagnóstico especializado que posibilita determinar los niveles de bienestar individual, su correlación con factores organizacionales que determinan las causas profundas y silenciosas de las dificultades empresariales.
Un diagnóstico preciso y global, posibilita intervenciones puntuales a corto, mediano y largo plazo.
1 Recuperado de: https://unamglobal.unam.mx/global_revista/mexico-alarmantes-cifras-de-estres-laboral/
2 De acuerdo a OMS, IMSS, STPS, en El Economista: https://www.eleconomista.com.mx/capitalhumano/Burnout-enfermedad-laboral-masiva-todavia-no-re conocida-por-Mexico-20210709-0058.html